Las paredes observan

Las paredes observan y esto no parece preocupar al chaval. Es un gran día, acaba de recibir la Primera Comunión y hay que celebrarlo jugando... precisamente ahí, donde más color hay.

¿Lo ha hecho él?

No. No ha sido él. Es más, acaba de salir de su primera Comunión (fijaos en la cruz que lleva colgada del cuello), y ha ido a jugar con sus compañeros delante de esa colorida tapia... por algo será! La alegría llama a la alegría, y sin duda todo dedicado " a mi madre"

Retrato de rosa

 
A medio camino entre la plenitud y el capullo, esta rosa tiene potencia y realidad. Es una rosa esperanzada y quizá por eso está en el momento más bello.  

Mirada confiada

Pegada a su madre, muestra un gesto de abandono.